Estos son los 3 pasos a la felicidad. Esta en ti tomar el camino correcto
En esta profesión que tanto quiero he conocido infinidad de historias y he aprendido que la felicidad no es ni será nunca un destino, se trata de un trayecto y una decisión constante.
Creo que el concepto de felicidad ha sido desvirtuado gracias a un sinfín de ideas que resultan falsas. Un ejemplo claro es la publicidad en los medios que pretende convencernos de que la felicidad es obtener algo en particular o vivir de algún modo en especial en un lugar preciso. Esto provoca que los seres humanos nos emocionemos con aquello que es fácil de lograr. Nos venden otras ideas como la de que seremos felices al bajar de peso sin dejar de comer lo que nos gusta y en las cantidades que se nos antojen, nos hacen creer que lo único necesario es un aparatito milagroso que quema la grasa mientras estamos acostados sin ningún tipo de esfuerzo. Los publicistas nos llegan por lo práctico, cómodo, rápido y sin esfuerzo.
Es común que escuchemos a alguien decir “algún día voy a ser feliz” y claro, lo condicionan agregando cosas como “cuando me gradúe”, “cuando me case”, “cuando tenga un hijo” y otras frases más. A lo que voy es que nos ilusionamos pensando que un día seremos felices y no nos damos cuenta de que la vida se nos está yendo.
Todo eso es bueno y seguro todos nos hemos esforzado mucho por llegar a lo que menciono pero ¿qué ocurre con esas personas que logran lo anterior o más y que no se sienten felices? Se sienten así porque centran su felicidad en otras personas, hechos o cosas y no necesariamente son sinónimo de felicidad.
También están esas personas que tienen todo para ser felices, para disfrutar la vida, incluso una buena posición económica pero a pesar de todo, viven en tratamientos a base de antidepresivos.
Quiero compartirte tres conceptos que nos ayudarán a comprender lo que realmente nos puede llevar a experimentar la felicidad que tanto deseamos :
1.- Disfrutar lo que realizas haciendo consciente el momento, sintiéndote merecedor de ser feliz
Un día una amiga me recordó este concepto con una anécdota, fue a un restaurante de la ciudad y en la mesa que estaba a su lado, había un niño de 10 años que disfrutaba con los ojos cerrados cada uno de sus bocados, se notaba la expresión de satisfacción total. Mi amiga estaba impresionada de que en algo tan cotidiano y tan natural podíamos vivir una gran experiencia. Muchos nos acostumbramos a comer por necesidad y olvidamos disfrutar lo que hay en la mesa.
2.- Recordar que hay ocasiones en que las comparaciones son odiosas
Bueno…casi siempre. Las comparaciones con quienes conocemos, los lugares que hemos visitado y los momentos que hemos vivido pueden provocar malestares. Mi recomendación es que busques motivos para disfrutar lugares, personas y momentos sin necesidad de comparar.
El único momento en que son válidas las comparaciones es cuando sentimos la necesidad de reclamar algo porque nos sentimos poco afortunados. Basta observar nuestro alrededor para ver que hay personas que sufren más que nosotros y aún así le sonríen a la vida.
3.- Servir
El ser serviciales siempre incrementará el nivel de la felicidad que podemos sentir. ¿De qué sirve tener las cosas si no las compartimos? No por nada dicen que dar es mejor que recibir, nos hace sentir que vale la pena vivir. Muchos han encontrado la esencia de la vida al dar y darse a los demás. Esto me recuerda al gran poeta Rabindranath Tagore y la razón que tenía cuando escribió “Dormí y soñé que la vida era alegría. Desperté y vi que la vida era servir. Serví y descubrí que en el servir se encuentra la alegría.”
Deseo con todo mi corazón que tu felicidad sea una consecuencia natural de tu forma de vida, que el disfrutar los momentos, lugares y las personas que te rodean sea un hábito en tu forma de ser ¡ánimo! Bendiciones.
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